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martes, 19 de mayo de 2009

ELECCIONES EUROPEAS Y LOS TRABAJADORES

Bajo el desarrollo del imperialismo la expansión artificial del crédito ha estallado a causa de la crisis cíclica de sobre producción insalvable bajo el capitalismo. La mayoría de los asalariados no hemos experimentado un crecimiento real de los salarios durante en últimos ciclo de crecimiento económico donde la patronal si ha obtenido fantásticos beneficios. La clase trabajadora ha sido sometida a una presión enorme por parte del empresariado, habiendo conseguido de esa forma un incremento de productividad cada vez mayor a costa de interminables horas extras y jornadas extenuantes. En los momentos actuales, cuando la depresión comienza a golpear duro en los bolsillos de los menos favorecidos, la clase obrera se ve todavía más amenazada no solamente por los recortes drásticos que estamos sufriendo en los niveles salariales reales que están cayendo, así como en las condiciones de vida y de trabajo, sino que el látigo del paro nos tiene atosigados. En todo el mundo, la economía española se había sido presentada como uno de los mejores motores de desarrollo, cuando en realidad, lo que ha existido ha sido un “crecimiento” desaforado en el sector inmobiliario, que a través de la especulación y el robo descarado, vía hipotecas escandalosas, han robado al pueblo cargándoles de deudas y llevándose los dineros a paraísos fiscales. La bancarrota del sistema liberal. La precariedad es quizás el concepto más utilizado para describir la situación de la clase trabajadora bajo la globalización capitalista. Un concepto que se utiliza a menudo con poco rigor. Este trabajo empieza definiendo con gran precisión el concepto y se ocupa de romper el malentendido que lo asocia exclusivamente con lo que no es más que una de sus manifestaciones: la temporalidad. También combate la idea de que la precariedad delimita una categoría específica de relación social de producción.

Si la Europa que tenemos hoy en día es la Europa de los grandes capitales, esta concepción como tal tiene que cambiar y tenemos que construir una Europa de los Trabajadores.