Un año mas llega el día 1 de Noviembre, festividad de Todos los Santos, o de los Difuntos, día que no solo las familias católicas aprovechan para recordar a sus difuntos y llevarles un ramo de flores, si no las familias de todas las creencias religiosas celebran ya esta festividad, aunque últimamente y quizás debido a nosotros la juventud esta cogiendo mas importancia poco a poco Hollowing, Millones de personas el próximo día 1 de Noviembre llevaran ramos, coronas o centros a las tumbas de sus familiares, pero miles de españoles no lo podrán hacer por que sus familiares están desaparecidos, están en las cunetas de las tierras de España. ¿Realmente esto es democracia? Un estado en el que una familia no puede tener consigo el cadáver de su pariente, por el simple hecho de pensar de forma diferente a quien gano la guerra, es decir ser republicano, marxista, trotskista, leninista, estalinista… o simplemente por defender en su momento la democracia y la legalidad vigente. Todo esto viene de la transición pactada, que no dejó a todos y todas en el lugar que se merecían, por que aun hay heridas que no se cierran, y yo lloro con la emoción de quien siente que recupera a su familia, con la emoción de los muertos que abandonan las cunetas para descansar en paz.
Ahora entiendo la frase del dictador de “dejo todo atado y bien atado”, y tan atado que lo dejó que tras más de 30 años de su muerte aun no se puede llorar a los que pensaban en contra de él. Y siguen sus herederos, esa derecha rancia y autoritaria, esa derecha que huele a podrido, al podrido del pasado más triste, y que sueña con una nueva dictadura, mandando, casi como entonces. Todos esos luchadores de la democracia están por hay tirados, sin un nombre, sin una lapida, sin un rincón en la tierra, sin un lugar para la oración. L@s muy empecinados no descansan y se organizan para empezar a desenterrar a los suyos y desenterrar el olvido, con muy poco ayuda económica del estado. Cuando los muertos sean desenterrados, y los familiares tengan la cruz donde apoyar la flor, cuando se paguen las indemnizaciones a las familias de quienes intentaron por todos los medios defender la democracia, que finalmente perderíamos, hasta 40 años después, cuando las victimas reciban su homenaje, cuando los asesinos-culpables de las atrocidades cometidas, dejen de tener calles y monumentos a su nombre, solo entonces las heridas podrán cerrarse, aun así no caerán en el olvido, las cicatrices serán una pagina negra y definitiva de nuestra historia, testigos de lo que nunca podrá volver a suceder.
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