Translate

Entradas populares

Powered By Blogger
Powered By Blogger

martes, 20 de septiembre de 2011

POLITICA Y ECONOMIA


La política es económica, pues en una sociedad donde el capital impera como forma de vida, se antoja imprescindible para los dirigentes un beneficio monetario. Tal valoración económica por los servicios prestados debe ser cuantiosa, para establecerse en la cima del status social. Es característico del ser humano su sociabilidad, pero mucho más su instinto de supervivencia, que a menudo es egoísta y codicioso. Por ello la ética social pasa a un segundo plano, y establece su prioridad el bienestar personal. El ansía de poder provoca situaciones como el clientelismo político. Entendiendo éste como un sistema consistente en el intercambio de favores, véase concesión de ciertas prestaciones sociales y económicas a los anteriormente llamados capitalistas o aspirantes bien formados. El poder político es el mayor negocio de la humanidad, pues la fuerza que un supuesto sistema democrático otorga es sólo comparable a la que pudiera llegar a tener el sistema capitalista. El hecho de ampararse en la ley es su mayor arma, pues homenajeando a la más sólida critarquía, el estado del derecho actual depende de la figura del juez.

El capital mueve el mundo, y nosotros somos sus discípulos. Pero en este juego, en el que las personas comunes han perdido antes de comenzar, ciertos entes y personalidades representativas de la sociedad dejar ver su lado más ruin, más ambicioso y su afán de conseguir un reconocimiento social (vía económica no mediante méritos propios). Entendamos la lucha de clases en este contexto como el duelo que se establece entre los capitalistas, entendiendo éstos como grandes empresarios, banqueros y políticos con reducida moral, y los esclavos de una supuesta democracia. No debemos dejar de repetir hasta la saciedad lo absurdo que resulta creer tener derechos, y más estrictamente considerarse ciudadanos libres.Toda relación socioeconómica en la política respecto al ámbito familiar o más cercado debiera ser pura coincidencia. Pero como bien sabe el más despistado del estado español, el clientelismo político no es sólo económico. Los beneficios sociales del poder residen en gran parte en el círculo de confianza del político en cuestión, los cuales obtienen grandes puestos de trabajo, indemnizaciones o favores de cualquier tipo por su relación con cualquier cargo público. En este momento se establece un nepotismo neoliberal consecuente con la moral contemporánea, en ocasiones ciertamente maquiavélica. Podríamos analizar este clientelismo político que asola nuestro país desde el punto de vista meritocrático, sirviendo como ejemplo de los favores económicos y sociales de los dirigentes, casi nunca penados como cohecho o corrupción según establece la ley. España, país donde los casos de corrupción son pan de cada día. Aunque no siempre penados como debieran. Poderoso caballero es Don dinero decía Quevedo, y no estaba equivocado. Sirvan estos datos y explicaciones para entender lo estúpido e irreflexivo que resulta llamar democracia a esta mafia económica, lo que es seguro es que sin querer renegar de las virtudes de la democracia, no debemos hacernos ilusiones acerca de su éxito moral mientras escasee las sabiduría y abunde el orgullo. Y en España, sobra patriotismo barato, y faltan bibliotecas.