Dinero:
Pero, en la vida
real, fabricar
cosas da menos dinero que especular con
su valor. Apunta el Observatorio
Metropolitano en
su Crisis y revolución en Europa que el llamado Producto Interior
Bruto Mundial, baremo que asigna un valor monetario estimado al
intercambio de bienes y servicios, se sitúa cerca de los 60 billones
de dólares mientras que en los mercados financieros hay una cantidad
entre cuatro y siete veces mayor de capital creado.
Esto ha tenido como
consecuencia que “el
capitalismo financiero, en la medida en que se independiza cada
vez más de la producción real de riqueza, se
vuelve parasitariode
las formas reales de producción”.
Deuda Pública:
Tienen nombre y
domicilio, pero por encima de eso, los mercados tienen apetito. En
una fase inicial de la crisis, entre 2007 y 2009, los gobiernos de
EEUU y de la Unión Europea “hicieron todo lo posible para que no
se evocara el peligro del crecimiento masivo de la deuda pública”,
dice Toussaint. Alertar del peligro “habría llamado la atención
sobre sus
causas: el coste exorbitante del rescatea
los bancos”.Toussaint también explica que las primeras medidas
estuvieron centradas
en mantener el crecimiento (en
España mediante el Plan E) mientras se rescataba a los inversores
institucionales en peligro. Desde finales de 2009 ya no estamos en
esa fase“En sánscrito, hebreo y arameo, ‘deuda’,
‘culpa’ y ‘pecado’ son la misma palabra”, contaba
en una entrevista reciente el antropólogo económico David
Graeber.Destapar el uso de la
deuda como instrumento de dominación es
el objetivo de La deuda o la vida, un libro editado por Toussaint
y por Damien Millet, portavoz del CATDM, del
que están tomadas las citas del primero. Poco importa que el Estado
español cumpliera hasta finales de 2010 los criterios marcados en el
Tratado de Maastrich (que no fuera superior al 60% del PIB) y que
haya aumentado debido a la absorción por parte del Estado de deuda
privada, el yugo de “la deuda” es la justificación
para las políticas de ajuste “sangre,
sudor y lágrimas” –así las han llamado–.
Los Mercados:
“Los mercados”
es demasiado sugestivo para que pueda ser sustituido por fórmulas
como la francesa “capitalismo zinzin”,concepto
que proviene de la pronunciación francesa de “inversores
institucionales”.Este grupo de inversores organizados está formado
principalmente por bancos, fondos de pensiones, sociedades de
inversores y compañías de seguros. Éric
Toussaint, el
presidente del Comité para la Abolición de la Deuda del Tercer
Mundo de Bélgica (CATDM), explica que los mercados tienen sus
propios nombres: “Son
los principales dirigentes de las 200 transnacionales más grandes
que
dominan la economía mundial” calcula este profesor belga.El ímpetu
del pequeño inversor, una especie de eslabón perdido entre las
rentas salariales y las rentas del capital, se convierte a través
del fino arte del birlibirloque mediático en la justificación de
que sólo
una veintena de grupos financieros “entre
los que se encuentran nombres tan conocidos como Black Rock, JP
Morgan, Allianz, HSBC, Citigroup, ING, BNP Paribas, Santander, etc.”
gestionen una masa
monetaria que es superior al PIB de
EE UU.
Deficit Publico:
El que se haya
producido esta escena tan neorrealista en pleno siglo XXI se debe
tanto a la deuda como al déficit público de Italia, esto es, la
diferencia
entre lo que el Estado ingresa (la
mayor parte por vía impositiva) y
lo que gasta.El
barco ha desviado su rumbo un par de milímetros y en algún momento
chocará con el iceberg. O, dicho en palabras de la ministra, de
nombre Elsa
Fornero, el
alto déficit público “es culpa de los italianos que en el pasado
no han dado importancia al futuro de los niños del país”.La
voluntariosa Fornero omite que Italia
deja de ingresar 238.700 millones por fraude fiscal, lejos
de los 30.000 millones que costará el plan de ajuste de MarioMonti,
que incluye un aumento de la edad de jubilación, una reforma laboral
y una reforma tributaria que promete ayudar a las empresas.
Aquí vemos que los
verdaderos términos perdidos de la crisis son
otros como ‘reparto’, ‘renta básica’, o ‘justicia fiscal’.
No esperen encontrar este tipo de palabras ya que están acompañadas
de propuestas para salir de la crisis por otra vía, y ya sabeis que
a los que hoy mandan, no les interesan que entendamos mas de la
cuenta.