El administrador de
capitales Pimco ha reducido la cantidad de bonos alemanes en su portafolio. Con
la emisión de bonos estatales, los gobiernos recaban dinero fresco en el
mercado. Andrew Bosomworth, jefe de Pimco en Alemania, explicó días atrás que
este paso corresponde a una nueva evaluación de riesgo y dijo: "Alemania
pierde calidad". Según declaraciones de políticos alemanes, el país
comparte un "destino común" con el euro, y por eso queda claro:
"si el euro llegara a tener problemas, Alemania no se podrá librar de
ellos." En plática con DW, Hankel dice entender la decisión de Pimco.
Pimco,
una filial estadounidense de la empresa de seguros alemana Allianz, dio a
conocer otra razón por la que los bonos alemanes han dejado de ser la primera
opción. El miércoles, un portavoz de la compañía dijo que los valores
simplemente no generan suficientes beneficios.
Si se observa la tasa de inflación actual de 2,5 por ciento en la
eurozona y se compara con el rédito de los bonos alemanes (1,5 por ciento y
menos), queda claro que con estos títulos no se puede ganar dinero. Con esta
inversión su dinero pierde valor, pero con una alta probabilidad no se perderá
por completo. Sin embargo, esta confianza está disminuyendo. El clima
empresarial en Alemania cayó en junio a su peor nivel en dos años, nueva señal
de que la primera economía europea sufre cada vez más los efectos de la crisis.
El barómetro del Instituto de Investigación Ifo, de los principales indicadores
de la economía local, retrocedió de 106.9 a 105.3 puntos, más de lo esperado
por expertos. Cae así por segundo mes consecutivo y llega a su peor nivel desde
marzo de 2010. La economía alemana teme sufrir más dificultades por la crisis
del euro, explicó el presidente del instituto, Hans-Werner Sinn. El subíndice
de la situación actual subió siete décimas, de 113.2 a 113.9 puntos, pero el de
las perspectivas de negocio para los próximos seis meses cayó de 100.8 a 97.3. Berlín
juega a la baja la primera rebaja de calificación de su triple A, junto con
Holanda y Luxemburgo, decidida por la agencia de calificación Moody´s. El
ministerio de finanzas dice que Alemania sigue siendo “puerto seguro” y
“anclaje” en la euro zona y que los riesgos citados por la agencia ni son
nuevos, ni tienen en cuenta las “perspectivas de estabilidad a largo plazo”.
Moody´s
ha bajado su triple A de “estable” a “negativa”, un pequeño pero significativo
cambio. El razonamiento de la agencia es claro: la “creciente incertidumbre”
ligada a una mayor posibilidad de salida griega del euro, los “impactos” que
ello tendría en países como España e Italia, y la “vulnerabilidad del sistema
bancario alemán” a ese riesgo. Alemania tiene 2,79 billones de euros en
créditos contraídos con sus dieciséis socios de la eurozona, La economía
alemana se ha enfriado en el segundo trimestre del año y conocerá un
“desarrollo moderado del PIB” en el resto del año, señala vagamente el ministerio
de economía alemán en su último informe mensual. Pero no hay día sin anuncio de
cierre, quiebra, despido o reducción de plantillas. La serie de empresas
quebradas entre enero y julio es notable y afecta a más de 150.000
trabajadores, el doble que el año pasado. Insolvencias en la cadena de
droguerías Schlecker, con 25.000 trabajadores, y en su homóloga Ihr Platz, en
la empresa de venta por correspondencia Neckermann, con 2400 empleados, restructuraciones
a la vista en el fabricante de camiones Iveco, en los supermercados Karstadt,
en el coloso energético RWE, primer emisor europeo de CO2, y en Deutsche
Telekom. Problemas pendientes en la enfermedad de Opel, reducción de plantilla
en el segundo canal de televisión, ZDF, incertidumbre en el sector del
automóvil y hasta en el gigante del acero Thyssen Krupp.
El número de
desempleados en Alemania se situó en octubre en 2.753.000, 35.000 menos que en
septiembre, pero fueron 16.000 más respecto al mismo mes de 2011. La tasa de desempleo
quedó así en un 6,5 %. Si en 1995 el 15% de los empleados entraban en la categoría
general de "trabajadores con sueldos bajos", hoy son casi el 25% de
los empleados alemanes: 7,3 millones de personas, según el último recuento. Eso
quiere decir que una de cada cuatro relaciones laborales está marcada por el
sello de la precariedad en Alemania. Alemania se ha convertido en el líder
europeo en desarrollo de su sector de subempleo precario. Sobre todo en el
sector servicios la presencia de subempleados con sueldos bajos es alta, del
80%. Alemania no es ningún espejo donde nos podamos ver reflejados el resto de
los trabajadores Europeos.