Pasaron las fallas en
Benicarló y en resto del País Valenciano. Este sábado 21 de marzo
miles
de caminantes recorren el centro de Madrid procedentes de todos los
territorios del estado convocados por las Marchas de la Dignidad. Las
Marchas de la Dignidad vuelven a la capital bajo el lema “Pan,
trabajo, techo y dignidad”. En esta ocasión, el 21M no será el
objetivo final sino que se centrará en la Huelga General que se
convocará en el próximo mes de octubre.
Cuando estoy escribiendo estas lineas se esta celebrando el
escrutinio de las elecciones autonómicas andaluzas
tienen una especial relevancia por varios motivos. Primero, es la
cita electoral tras las europeas de 2014 que indicaron el comienzo
del fin del bipartidismo y el surgimiento de nuevas fuerzas políticas
de cambio. Y segundo, los resultados electorales en Andalucia así
como las distintas opciones de gobierno condicionaran el futuro
tablero político del estado. Estos comicios que algunos esperan que
demuestre que el declive del bipartidismo. A IU el pacto con el PSOE
le ha pasado factura, pues en lo fundamental y salvo varios matices,
la política del PSOE ha sido una política de austeridad. La
corriente crítica de IU estuvo en contra del pacto desde el
principio y esto precipito recientemente la salida de la CUT de
Sánchez Gordillo de IU. Un parte sustancial de ex-miembros y
simpatizantes de IU han pasado a apoyar a Podemos, entre ellos
destacados miembros del SAT (Sindicato Andaluz de Trabajadores)
vinculado históricamente a la CUT y a IU.
Por
lo pronto habrá que conformarse a que les firmen las peonadas,
pillar un contrato basura, seguir cobrando el subsidio de desempleo o
hacer religiosamente las colas de Cáritas. La única salida es el
exilio, partir al extranjero en busca de un trabajo digno porque ya
está bien de vivir en la casa de tus padres y rogarles a los
abuelitos te dé una propina para ir tirando. Mientras tanto la
Andalucía proletaria, obrera, jornalera, la Andalucía de los
pescadores y campesinos está completamente condenada a la
marginalidad y el olvido. Su razón de ser es el asistencialismo y a
sentarse frente al televisor a ver los partidos de fútbol o los
reality shows. La brutal alineación es parte inherente de la
sociedad del bienestar. Es la hora ya que toda esta marginalidad
desaparezca, es la hora de abrir los ojos y ver que la realidad es
otra muy distinta, es el fin de una época, donde la realidad
politica se vera reflejada en todo el territorio del Estado por unas
condiciones de vida dignas.
Una
de cada cinco personas en lista de espera por tener un grado de
dependencia reconocido falleció antes de recibir la prestación a la
que tenía derecho, más de 100.000 personas muertas, abandonadas a
su suerte por un gobierno que malgasta el dinero público. Millones
de familiares de enfermos dependientes en todo el estado español
están abandonados por su gobierno, por un régimen entregado al
desenfreno del enriquecimiento de unos pocos, siniestros personajes
de coche oficial y vicios caros que condenan a millones de personas a
sobrevivir sin casi nada, destruyendo el bienestar de las personas
más débiles, más frágiles, con mayores necesidades sociales,
económicas y educativas.
Las fallas con sus criticas ya terminaron, el fuego las consumió,
pero la realidad de la critica esta presente y sigue siendo
actualidad, solo nos queda la esperanza que lo acontecidos hoy en las
urnas en Andalucia sea un paso decisivo, para que todo cambia hacia
una realidad mejor, en definitiva que sea el fin de una época.