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sábado, 7 de noviembre de 2015

20 de Diciembre

Para un cierto número de campañas electorales o políticas en España, la máxima podría ser: “la inmigración y la agitación de los miedos alrededor de ese tema es algo que logra votos”… Así, algunas victorias electorales recientes están muy ligadas a la instrumentalización de este tema en el sentido de una propaganda que suscita la angustia cambiando el panorama no solo de la política si no también el concepto del mercado laboral.
Y la misma evidencia muestra que los vaivenes en el tamaño de la población activa (es decir, personas que están en el mercado laboral) dependen muy poco de la introducción de nuevas tecnologías. Esto ocurre con toda la población ocupada o que busca trabajo y no de sectores específicos en los que el tamaño de la población activa sí que puede variar según la densidad tecnológica del sector. Pero las variables más importantes para determinar el tamaño de la población activa son variables políticas, no variables tecnológicas. La evidencia científica acumulada a lo largo del siglo XX muestra claramente que el porcentaje de la población que trabaja en un país depende en gran manera del contexto político que configura las relaciones laborales en dicho país. En general, en Europa, a mayor la fuerza de mundo del trabajo, mayor es el porcentaje de la población que trabaja, mayores son los salarios, mejores son las condiciones de trabajo y menores son las desigualdades de renta en un país.
Depende también de decisiones políticas la configuración no solo del número sino también del tipo de trabajo que se cree. Por ejemplo, España tiene solo un adulto de cada diez que trabaja en los servicios públicos del Estado del Bienestar (sanidad, educación, servicios sociales, escuelas de infancia y servicios domiciliarios, entre otros). Si tuviera alrededor de una de cada cuatro, como en Suecia, España tendría unos tres millones y medio más de puestos de trabajo, eliminando una parte muy importante del desempleo. El hecho de que España tenga tan poca gente en los servicios del Estado del Bienestar se debe precisamente a la enorme debilidad del mundo del trabajo. El mayor desarrollo del Estado del Bienestar en los países escandinavos se debe primordialmente a la mayor fuerza del movimiento obrero en aquellos países que no en el sur de Europa, donde históricamente el movimiento obrero ha sido débil y ha estado dividido. La socialdemocracia (cuando era socialdemocracia antes de que se convirtiera al liberalismo), sin embargo, nunca aceptó tal propuesta. Todo lo contrario, enfatizó la necesidad de crear empleo, y buen empleo, desarrollando políticas de pleno empleo que han sido altamente exitosas, como lo muestra el bajo desempleo y la baja pobreza en la mayoría de países escandinavos, donde la socialdemocracia ha gobernado durante más tiempo. El supuesto que guía tal propuesta es la creencia de que siempre se puede crear empleo para cubrir las enormes necesidades humanas que existen en cualquier sociedad. No es por casualidad que sean estos países los que tienen mejores indicadores de calidad de vida y que hayan sido, a su vez, gobernados por mayor número de años por partidos comprometidos con el objetivo de establecer el socialismo. En esta tradición, el socialismo no es un proceso que ocurre el año A, día D y hora H (siguiendo la toma del Palacio de Invierno), sino que se construye o destruye en cada momento según las políticas públicas que se lleven a cabo. Cada vez que se aplica una política pública que tiene como objetivo satisfacer las necesidades humanas, siendo estas financiadas con fondos adquiridos con políticas progresivas y redistributivas (según el principio básico del socialismo “a cada uno según su necesidad, y de cada uno según su habilidad”), se está construyendo el socialismo (sea cual sea el partido que lo aplique). Y las necesidades humanas son inmensas. Decir que no habrá trabajo es asumir que todas las necesidades humanas estarán satisfechas, lo que es imposible de alcanzar, pues en cada periodo de desarrollo humano hay una redefinición de tales necesidades. De ahí que debería enfatizarse la necesidad de incentivar y crear trabajo en las áreas hoy tan poco extendidas de servir a la población. El día 20 de Diciembre del 2015 se dará una redefinición al cauce político de este País con un ante y un después.