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domingo, 22 de mayo de 2016

Decía Bertold Brecht

Si un despistado elector de izquierdas tiene claro que su voto pasa inequivocamente por la nacionalización de la banca, la estatización de las industrias básicas con especial prontitud en la energética, la proclamación de la república, la salida del euro y la UE, la expropiación a los terratenientes, el cierre de los medios de comunicación fascistas, la salida de la OTAN, el reconocimiento de la existencia de presos políticos, la eliminación de los acuerdos con el Vaticano, el recorte drástico en dineros que se dan a las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado y a el Ministerio de Defensa, por eso me hago chantaje a mis recuerdos y experiencias que se acuerden de los pensadores… de los que han visto como la necesidad de cambiar no la vemos todos por igual… y no olvidar menciones tan relevantes como que “hay tantas realidades como puntos de vista” y al menos me siento más tranquilo… “pues todos se felicitan… porque la situación económica no es para menos”… lo mismo ya llegó en serio: “se acabó la vida: empezó la supervivencia”… ¿pero si estamos aún en la prehistoria de la humanidad? Esperemos que sirva de escuela y nos facilite lecciones de avance para transformar la humanidad. De seguro son medidas excepcionales y necesarias pues se acepta el sistema, se aceptan los procesos… y se terminó aceptando arbitrariedades en lo interno y lo externo… que lo que han logrado en los lugares que se ha llegado es para mejor; sin duda. Pero no se practica, no se educa para profundizar… y eso me remite a reformismo vano y que pasa factura… para bien y para mal: de primero  entender y superar los niveles de conciencia… es “el ejército con el que se cuenta” que por debilidad numérica tiende a guerrilla. ¿Acepto el pulpo como animal de compañía?… o aceptar, que sólo es reformar la realidad para sobrevivir: pero el estado de las cosas seguirá igual y el enfrentamiento social terminará tumbando a quién no deja especular (o pone pegas) a quién no deja contratar con infames contratuchos que más que de trabajo se parecen a la esclavitud (o pone pegas) a quién no deja circular el capital y crear diferencias sociales (o pone pegas)… transformar transformar no será el dilema : “es supervivencia social” pero un apunte: ninguna clase dominante permitirá que se le desplace su poder … para eso inventaron la “demos gracias”… pero la realidad económica no se corresponde con un avance de interés social y por tanto estamos entonces en aquello sobre el proceso de liberación antimperialista como escuela y definición del interés por el que apostará el “contingente social”… superar el capitalismo desplazando a sus hacedores… con todas su connotaciones…
El llamado gasto social es variado y multiforme. De él, deben restarse el gasto que se aplica en educación y salud públicas. Significativamente, este tipo de gastos, vis a vis las necesidades de la población, se han des-privilegiado cediéndole espacio al sector privado. O sea, hay un proceso de mercantilización acelerada de la educación y de la salud. En estos rubros, empieza a imperar el lucro capitalista y, por lo mismo, si el dinero no alcanza, la gente se queda sin salud y sin educación.
Tú ya sabes que gracias a la quiebra del sistema financiero planetario, en razón de la estafa de los créditos subprime (2007), la deuda pública aumentó cosa mala. Como siempre, la borrachera la pagó el erario público, o sea el personal. Los grandes bancos se hicieron una pasta gansa estafando a los pobres ninjas (no income, no job, no assets) y timándose unos a otros. Cuando se produjo el retorno de la manivela le pasaron el pastel al Estado. De ese modo la deuda pública española pasó del 36,2% del PIB en el año 2007, a un 86% en el 2012. Hoy de madrugada supe que la deuda hispana superó – por la primera vez en más de un siglo – el 100% del PIB. La austeridad, los recortes presupuestarios, la reducción de las pensiones, un desempleo del 25% (50% entre los jóvenes), la eliminación del cheque-bebé que recibía a los recién nacidos, nada de eso ha logrado reducir la deuda soberana: por el contrario, como se ve, tiene una cierta tendencia a aumentar. Simple aritmética: si el PIB se reduce, aumenta la proporción que representa la deuda relativamente a ese mismo PIB. A tal punto que el mismísimo FMI se dio cuenta que sacrificar a Grecia en el altar del rigor neoliberal sólo demuestra la inviabilidad del neoliberalismo, de la austeridad, del libre mercado y del dogma penitente germano. No puedo ocultar lo de Grecia. No sólo porque – gracias a los remedios preconizados por la troika (FMI, BCE y EU) – su PIB cayó en picada, ni porque su deuda, que se acerca al 200% del PIB, es impagable, ni porque decenas de miles de migrantes se encuentran atrapados en su territorio, ni porque las pensiones fueron reducidas a la mitad, ni porque Grecia tuvo que privatizarlo todo, ni porque el gasto público en Salud fue drásticamente recortado, ni porque el suicidio se transformó en la única puerta de salida para muchos, ni porque el país perdió su soberanía y es gobernado de facto por procónsules enviados desde Bruselas, sino porque todo eso no sirvió de nada. El Wall Street Journal informa que el FMI propone congelar la deuda griega – principal e intereses – hasta el año 2040, y extender el plazo de pago hasta el año 2080. No sé si te das cuenta, pero ninguno de los jerarcas europeos estará allí para verlo: cumpliendo el sabroso aforismo de Keynes estarán todos muertos. Hasta ahora han prevalecido los derechos de los acreedores. Es hora que se impongan los derechos de los deudores. No sería la primera vez. Ya en la Conferencia de Versalles (1919) Keynes advirtió que exigir el pago de la deuda alemana llevaría a otra guerra y no le hicieron caso. Cuando acabó la Segunda Guerra Mundial – 70 u 80 millones de muertos más tarde – los aliados entendieron que más valía condonar la deuda alemana .Queda por definir cómo hacer de modo que esta movida redunde en beneficio de los europeos y no se transforme una vez más en palanca de la concentración de la riqueza en manos unos pocos privilegiados. Y, matando dos pájaros de un tiro, hacer desaparecer uno de los peligros que hacen del mundo en que vivimos el lugar geométrico de la desesperanza.
Decía Bertold Brecht: “para los de arriba hablar de comida es de mala educación”. Y añadía: “se entiende, ellos siempre ya han comido”. En esa misma medida, para el unionismo español hablar del problema nacional, del derecho a decidir, de la opción independentista.., es también de mala educación, sobre todo en tiempos de crisis, y se entiende, pues hablar de esos temas cuestiona su propio status centralista (la España indivisible e indisoluble de soberanía única afirmada por la C.E.), al igual que hablar de hambre, paro, desigualdad y desahucios incomoda a banqueros, panameños y monarcas.
Yo preguntaria ¿ser “unionista” es ser menos nacionalista que afirmarse “independentista”?; ¿por qué en el diccionario político diario se habla una y mil veces de los nacionalistas y el independentismo vasco, catalán o gallego y prácticamente ninguna de los nacionalistas y el unionismo español? Claro está, para los unionistas españoles, que cuentan con un Estado y unas instituciones asentadas en siglos de historia, la autoafirmación nacionalista-españolista es bastante innecesaria. No la necesitan. Su Gobierno, tribunales, Constitución, fuerzas del orden, Conferencia episcopal…, hablan por ellos. Marxismo de manual y catequesis que afirma convergencias estratégicas objetivas entre las fuerzas nacionalistas vascas, de derechas e izquierdas, en perjuicio de las demandas sociales, contradice la realidad. En Euskal Herria, durante estas décadas pasadas, el marco de pactos políticos, acuerdos de gobierno y demás menestras institucionales que se han dado (municipales, forales y autonómicos), ha sido cocinado de forma general con ingredientes aportados por PNV y UPN, y aderezados por el PSE, PP y PSN. Lo mismo ha ocurrido en el terreno socio-sindical, donde, mientras el sindicalismo estatalista de CCOO y UGT ha sido pata esencial del contubernio UPN-PSN en Nafarroa, y concertador principal con los distintos gobiernos del PNV en la CAV, la mayoría sindical vasca (ELA, LAB, ESK, EILAS, EHNE) se ha situado en el terreno de la confrontación frente a la política neoliberal de los distintos gobiernos del PNV y UPN, y también del PSE y PSN. Tras meses de “digos” y “Diegos” y postureos mediáticos mil, habrá nuevas elecciones. Algunos nos dicen que es preciso priorizar lo “social” frente a lo “nacional”. Se olvida que ambos aspectos están cada vez más unidos. Pero es que, además, se hace trampa con las cartas. Se esconde el palo de los bastos y las espadas constitucionales. Según parece, la única identidad nacional a supeditar a lo social es la minoritaria, la vasca, la catalana…; de la otra, de la española, poco o nada se dice. Y tienen razón, no hace falta. La mayor baza con la que cuenta el unionismo español es el silencio respecto a su existencia. Ya lo he dicho antes. No hace falta que nadie lo defienda. El Estado, sus instituciones y los medios a su servicio lo hacen por ello