¿Trabajadores? = Mercancías
La forma jurídica reconoce que los individuos son libres e iguales y por esto mismo entran en contacto para intercambiar. Ahora bien, son iguales por el hecho de que son diferentes, es decir que entran en relación porque son diferentes y tienen necesidades diferentes que deben ser satisfechas. Y sólo pueden ser satisfechas en el proceso del cambio. Pero para cambiar han de ser libres. El proletariado se ha convertido en hombre libre al ser” liberado” de ser vasallo de su señor. Al quedar libre necesita trabajar para satisfacer sus necesidades, pero al mismo tiempo carece de los instrumentos para poder realizar dicha tarea.
En última instancia, la única propiedad que tiene el trabajador es su fuerza de trabajo, que es la que pone en el mercado como una mercancía cualquiera. Que para el enfoque radical la esencia del capitalismo reside en la extorsión de la plusvalía. Este hecho lleva a la enajenación del trabajador ya que “se da la separación entre el obrero y el fruto de su actividad, efecto simultáneo de la división del trabajo y de la producción de mercancías”. En el mercado se establece una relación contractual entre capital y trabajo. Lo que sucede es que dicha relación es asimétrica ya que es desigual. Para establecerse tal como la conocemos es preciso que se realice de una forma coactiva; con lo que dicha relación no puede escapar del conflicto.
Por tanto la fuerza de trabajo es una mercancía y como tal aparece en el sistema. Pero al mismo tiempo la propiedad privada es una relación social que se da entre dos individuos; otra cosa muy distinta es cómo se conciba dicha relación. Pero lo que hay que tener en cuenta es que el sistema económico capitalista se produce una identidad entre lo que podríamos denominar la posesión individual de un bien y la posesión individual de un bien que es producto de la explotación del trabajo social. Existe una propiedad que necesita explotar una nueva mercancía: la fuerza de trabajo.
Es de conocimiento de todos, que el salario real medio de los españoles es, hasta el primer semestre de 2006 muy similar al que se registró en 1997; es decir, no supera los 1553€ brutos mensuales. Por consiguiente, el poder de compra no ha mejorado en diez años; al mismo tiempo, el salario de los hombres es un 30% superior al de las mujeres. Si continuáramos viendo indicadores nos encontraríamos con que las desigualdades entre ricos y pobres se agrandan.
Si a todo esto tenemos que añadir, que el gobierno de España garantiza por la crisis existente mundialmente, los depósitos bancarios hasta 100.000€, ¿por qué tenemos que garantízales, estos depósitos?, Estas entidades y esta personas cuando han cobrado dividendo se la han repartido con nosotros. No. Los dividendo ganados han servido para engordar las bolsas de los rentistas, cuando cualquiera de nosotros ha ido al banco, a, pedir un crédito o realizar una transacción hipotecaria, la desmesurada cantidad de avales que nos piden para garantizar como mínimo el doble del valor de lo solicitado. No veo la razón de que porque haya que garantízales nada, ese dinero que expone el gobierno, es un dinero público, que se recauda de nuestros impuestos, que debería de servir para construir hospitales, geriátricos, escuelas, carreteras, ayudas a los dependientes, viviendas de VPO y demás servicios de índole social que requiere un estado del bienestar . Y para constatar que los Pobres, son más pobres cada día y los Ricos más ricos sin exponer nada a cambio.
José María Domínguez
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