Hoy en vista de las
próximas elecciones Europeas, no quieren coger
al toro por los cuernos y admitir que en el marco del euro nuestro
país no tiene futuro, que no caben mínimas políticas progresistas
dentro del mismo y que la ruina de la que somos testigos, con el
paro, el desgarro social y el retroceso de los derechos
socio-laborales como rasgos, se agravará con toda certeza. Si no
fuera suficiente el poder de la lógica, ahí están además la senda
de otros países, como Grecia y Portugal, en su caída al abismo.
Para poder
remontar
esta catastrófica situación es necesario replantearse las
relaciones con la Unión Europea, recuperar la soberanía económica
y monetaria y hacer frente al problema de la deuda exterior y
pública, impagables ambas, la lectura de los programas de las
principales organizaciones de la izquierda sobre la cuestión de
Europa ante las próximas elecciones produce pánico y desolación.
Más
aunque me pese en el fondo de mi corazón, los socialistas sigue
siendo acérrimo defensor de la moneda común. Ahora nos proponen
votar “socialdemocracia”, dicen que para que Europa emprenda otra
política, pero no son capaces de justificar la que por ellos mismos
aplicaron por rigurosa obediencia a los dictados de la Troika, sin
olvidar la alevosa reforma de la Constitución. Esta llamada es un
intento baldío para olvidar el pasado y espero y confió que no
sea una mera propaganda vacía de contenidos. Se plegaron
anteriormente a la Troika, espero que hayan aprendido de los errores
pasados y no sea una mera cortina de humo, pues el pueblo no les
perdonaría otro error de este calibre..
Izquierda
Unida propone un programa
que pasa a proponer un conjunto de medidas a cual más interesante,
pero en clave autista, sin conexión alguna con las extremas
restricciones a las que está sometido el sistema. Resistencia contra
los planes de ajuste; combatir el paro; salario mínimo coordinado a
nivel europeo; fortalecimiento de la negociación colectiva y así
hasta llenar algunas páginas de un texto que pasará a engrosar el
anaquel de los programas de IU tras el 25 mayo. La buena voluntad
programática no es suficiente, no es hora de los brindis al sol, ni
es momento de confundir a la opinión
pública
y a todos los sectores sociales a los que se pide el voto para salir
de una situación dramática.
A
los amigos de Podemos, que supuestamente quieren desbordar a IU por
la izquierda, el tema de Europa se les ha atragantado. Asunto
demasiado peliagudo y arduo
Podemos
nos propone seguir como estamos, continuar hundiéndonos, pero sin
perder la perspectiva de que una lucha de clases a escala
internacional y a largo plazo sea capaz de cambiar los fundamentos
actuales de la UE. Si no fuera porque el tiempo es un dato apremiante
para los trabajadores españoles, la propuesta tendría el glamour
del
internacionalismo que siempre emociona y ayuda a proyectar una buena
imagen electoral. En fin, una cortina de humo para eludir el fondo de
la cuestión.
Equo
es todavía una anécdota en la izquierda. Busca un espacio,
paradójicamente no definiéndose por nada comprometido. Topándose
con el complejo e inevitable problema de Europa, trata de emitir un
mensaje que disguste lo menos posible y que no obligue a nada.
El
Frente Cívico ofrece una alternativa
de intentar
dar una respuesta coherente a la situación, ofreciéndose para
colaborar en la lucha pero también ofreciendo la salida natural de
romper el dogal del euro y recuperar la soberanía económica y
monetaria, pero ahora esta dando sus primeros pasos.
El
desconcierto que existe en la izquierda y el vacío espeluznante que
ofrecen las supuestas alternativas políticas de esa izquierda. Con
toda justificación se puede hablar de pánico ante el futuro, si la
sociedad no toma conciencia de la raíz de la catástrofe actual y
del imprescindible rumbo que ha de tomar el país, obligando a los
huidizos dirigentes de las organizaciones progresistas a afrontar la
cruda realidad. Más de lo mismo durante mucho más tiempo no es
posible, salvo con la destrucción de los valores de la democracia y
la libertad, y ese suicidio colectivo no está en la agenda de una
sociedad algo perdida pero dispuesta al combate político.
Esto es un pequeño análisis de las opciones de las izquierdas. De
las derechas es punto y aparte. Yo votare de acuerdo con mi
conciencia, cada uno que se aplique en su justa medida.