Hoy
no se podrá decir nuca que los republicanos no tendieron puentes
de entendimiento entre los pueblos, como se dijo tras la perdida de
la guerra del treinta y seis. Les preocupa la paz; mas no desde la
claudicación, la renuncia a todo aquello de lo que fuimos
desposeídos en el pasado, como se les van despojando hoy, día tras
día, de conquistas que fueron ganadas en las calles -con muertos con
nombres y apellidos-, mientras se incrementa en un 13% el número de
millonarios en España, la mujer muestra sus pechos en protesta a un
Congreso mayoritariamente machista y cavernario, se ve asomar las
piernas de un indigente por la boca del contenedor de basura –no sé
si se quiere arrojar allí o pretende salir de ella-, se puede leer
en alguna parte que solo alcanzaron la Isla de Lampedusa 155, de las
500 personas que viajaban hacia Europa en el barco de la muerte, y
mientras se preparan nuevas leyes para perseguir la mendicidad, la
protesta, la miseria que otros van dejando tras de sí con sus
medidas para intentar acabar con la crisis que ellos mismos
generaron, mientras que ya asciende a doce millones el número
reconocido de pobres en el Reino de las Españas, tres millones de
ellos “pobres severos”,según Caritas. Como dicen los mas mayores
“para muestra un botón”, con estas “perlas” que se
contradicen en cada actuación, acentúan cada día más
la
desigualdad.
El
ministro de Educación, José Ignacio Wert, ha asegurado esta semana
que cada repetidor de la educación obligatoria incrementa el coste
del sistema educativo en unos 7.000 euros de media. Cifras que distan
mucho de las que dio el pasado 17 de mayo en una rueda de prensa
posterior al Consejo de Ministros. Aquel día, Wert también alertó
pero dio otros datos. El ministro aseguró que los 500.000
repetidores que hay en la educación obligatoria costaban al sistema
educativo 2.500 millones. Con una sencilla división, el resultado es
de 5.000 euros por alumno, 2.000 menos de los que ha dicho cinco
meses después. Pero es más, según aseguró ayer el ministro, el
coste total para la educación obligatoria de los alumnos repetidores
asciende en un solo curso a 24.000 millones de euros, una cifra que
no solo supera en casi diez veces la cifra que ofreció en mayo, sino
que supondría que de media cada repetidor costara 24.000 euros.
¿Que
símbolo,
existe hoy en día? ¿en esta amalgama del Reinos de las Españas?,
cuyos
viciosos ejemplares que diera la patria de aquel hidalgo manchego que
dedicó parte de sus andanzas a “desfacer entuertos”, en lugar de
a acumular una suculenta fortuna y a la caza, sin importar mayormente
el tamaño ni la naturaleza de la pieza, y a sellar “sólidos lazos
de amistad” con destacados emiratos donde la prioridad no es
precisamente el respeto por los Derechos Humanos.
Viendo la historia como nos va, sobre todo a los pobres caminantes,
cargando sobre nuestras espaldas, las deudas acumuladas del sector
bancario, siendo estos habitantes del Reino de las Españas, saquen
de sus maltrechos bolsillos, el dinero para sanear la economía, de
aquellos que han tenido como lema. “Privatizar las ganancias y
Socializar las perdidas”. Han destrozado el estado del bienestar en
favor de las clases dominantes por medio del capital. Pobre del
Estado que no invierte en educación, sanidad, etc... Nos han abocado
a ser un país de servicios. Al
comienzo de la crisis, se dio la paradoja de que la inflación se
derrumbó mientras los sueldos mantenían su inercia al alza. Lo cual
provocó que entre junio de 2008 y junio de 2010 los costes
salariales se elevaran un 4,6 por ciento en términos reales. La
falta de carga de trabajo se ajustaba vía número de trabajadores en
lugar de vía número de horas reducidas y ello se tradujo en que los
que mantenían su empleo incluso ganaron poder de compra. Pero
tras cinco años de crisis, los salarios ahora también caen en
términos nominales. De hecho, en 2012 los costes salariales se
desplomaron un 3,9 por ciento en términos nominales y un 6,8 por
ciento en términos reales al restarle el IPC. Esta estadística del
INE no incluye ni a la Administración Pública ni las
indemnizaciones por despido. Una vez se resta la inflación a los
datos de la encuesta de costes salariales del INE, las retribuciones
pierden 7,1 puntos de poder adquisitivo de junio de 2010 a junio de
2013. Semejante pérdida
representa
una vuelta a los niveles del 2002.