Como si de una maldición caída del cielo o de los infiernos se tratase, el FMI y la OIT, conjuntamente, han descubierto ahora que la crisis mundial desatada en 2007 a partir de la crisis de las subprime en Estados Unidos, ha generado 30 millones de desempleados nuevos en el mundo, que se suman así al ejército de 180 millones de desocupados ya existentes. Y haciendo los cálculos. Tomando en cuenta el aumento demográfico y el crecimiento anual de la población activa, unos 45 millones de personas, hay una conclusión que en un plazo de diez años podría haber 440 millones de desempleados, si no se resuelve el problema. “La crisis financiera no sólo no ha terminado, sino que ha generado una crisis de empleo (…). Esta crisis, la más grave de todas, ha dejado un desierto de desocupados sin parangón”. Estas palabras las dijo: el jefe máximo del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn.
El mismo Strauss-Khan, que ahora se siente horrorizado por el “terrible costo humano” provocado por la crisis, es quien desde hace meses presiona al presidente español para profundizar sus medidas de ajuste, que tienen….un terrible costo humano. La reforma laboral aprobada en septiembre por el Gobierno español en solitario, presionado precisamente por el FMI y el Banco Central Europeo, ya ha reducido drásticamente la indemnización para los trabajadores fijos que sean despedidos a partir de ahora por necesidades estrictamente empresariales, pero tanto la patronal como el FMI todavía quieren que sea más barata. Strauss-Kahn ha recordado que España es el país que sufrió el mayor aumento del desempleo de todas las economías desarrolladas y adujo que en buena medida esto se debía a su situación laboral. Faltaba más. Los trabajadores, una vez más, son los que ponen estacas en la rueda de la economía mundial. Los trabajadores de este continente, viejo y cuna de civilizaciones, han decidido parar fábricas, empresas y servicios el próximo día 29 para protestar unificadamente en toda Europa. Desde los grandes estamentos del estado no se han atrevido a cambiar la fiscalidad de las Sicav (Sociedad de Inversión de Capital Variable), el refugio que encuentran las grandes fortunas para tributar prácticamente como mileuristas (los que no ganan más de 1.000 euros mensuales). Lo que teme el FMI es que haya un gran estallido Social en nuestro viejo Continente, pues las políticas de ajustes navegan libre auspiciada por el capital, que en su versión más humana esta dando los últimos estertores.
El mismo Strauss-Khan, que ahora se siente horrorizado por el “terrible costo humano” provocado por la crisis, es quien desde hace meses presiona al presidente español para profundizar sus medidas de ajuste, que tienen….un terrible costo humano. La reforma laboral aprobada en septiembre por el Gobierno español en solitario, presionado precisamente por el FMI y el Banco Central Europeo, ya ha reducido drásticamente la indemnización para los trabajadores fijos que sean despedidos a partir de ahora por necesidades estrictamente empresariales, pero tanto la patronal como el FMI todavía quieren que sea más barata. Strauss-Kahn ha recordado que España es el país que sufrió el mayor aumento del desempleo de todas las economías desarrolladas y adujo que en buena medida esto se debía a su situación laboral. Faltaba más. Los trabajadores, una vez más, son los que ponen estacas en la rueda de la economía mundial. Los trabajadores de este continente, viejo y cuna de civilizaciones, han decidido parar fábricas, empresas y servicios el próximo día 29 para protestar unificadamente en toda Europa. Desde los grandes estamentos del estado no se han atrevido a cambiar la fiscalidad de las Sicav (Sociedad de Inversión de Capital Variable), el refugio que encuentran las grandes fortunas para tributar prácticamente como mileuristas (los que no ganan más de 1.000 euros mensuales). Lo que teme el FMI es que haya un gran estallido Social en nuestro viejo Continente, pues las políticas de ajustes navegan libre auspiciada por el capital, que en su versión más humana esta dando los últimos estertores.
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