Translate

Entradas populares

Powered By Blogger
Powered By Blogger

lunes, 26 de octubre de 2009

Intervención

Estos hechos de intervenir parte del supuesto diario de que para poder entender la naturaleza de la crisis financiera que estamos viviendo y sus consecuencias de todo tipo es preciso tener en cuenta la situación desigual de los diferentes sujetos económicos y, en especial, la que afecta a mujeres y hombres en la vida económica. Eso es así, al menos, por tres razones principales. En primer lugar porque entendemos que la crisis no se origina simplemente en la difusión global de productos financieros tóxicos a partir de las llamadas hipotecas sub-prime generadas en Estados Unidos. Si bien esa puede ser considerada su causa inmediata, lo cierto es que esta crisis ha alcanzado una dimensión gigantesca y global porque tiene causas mediatas o estructurales de más largo alcance socioeconómico e histórico. En segundo lugar porque el propio desarrollo de la crisis conlleva efectos muy distintos sobre los hombres y las mujeres, de modo que si no se tiene en 1 Este texto resume las intervenciones de los autores en el Forum de Política Feminista de 2009 (mayo, Granada) que, a su vez, sirvieron de base para elaborar la ponencia “A feminist view of the financial crisis” que fue presentada más tarde en la Annual Conference de la International Association for Feminist Economics (IAFFE) celebrada en Boston cuenta este efecto desigual será imposible que se puedan adoptar soluciones que sean reparadores por igual del daño sufrido por todos los sujetos sociales. La bajada de los tipos de interés en Estados Unidos a partir de 2001 originó en poco tiempo un clima de gran efervescencia financiera. Para mantener la rentabilidad con tipos de interés tan reducidos, los bancos trataron de ampliar al máximo la oferta de préstamos y créditos y especialmente los de mayor riesgo de morosidad (hipotecas sub-prime) puesto que éstos se podían conceder con tipos más elevados. Sin embargo, cuando el sector inmobiliario saltó por los aires y la burbuja especulativa falló estrepitosamente, todos esos productos perdieron prácticamente todo su valor y los bancos hipotecarios estadounidenses comenzaron a quebrar provocando con ello tres efectos paralelos. Por un lado, la subsiguiente descapitalización o quiebra de otros bancos que habían invertido una parte de su capital en los productos financieros que los primeros habían puesto en circulación y que con el incremento de la morosidad dejaban de tener valor, o lo perdían de modo sustancial. Por otro lado, una desconfianza generalizada entre las entidades bancarias. Y finalmente el bloqueo prácticamente total de la financiación interbancaria lo que, a su vez, trajo consigo la paralización y caída en picado de la actividad económica por falta de recursos crediticios. La consecuencia es bien conocida y se ha traducido en la caída de la producción industrial, en la del comercio mundial, de la inversión, del consumo y, en general, de toda la actividad económica y del empleo, de modo que prácticamente todos los países más avanzados entraron en la fase conocida, como recesión económica. A nosotros con el sistema financiero que tenemos, basado en el capital privado va a costar horror, sudor y lagrima salir de la crisis. Esto independientemente del partido que gobierne, de otra manera nos veríamos los españolitos, si tuviéramos una economía mixta, con capital del estado y privado, otro gallo nos cantaria.