El
PP su Presidente Mariano Rajoy, su gobierno, sus parlamentarios y demás cargos públicos
no están al tanto de lo que está ocurriendo en España. Esta gente vive en una
nación muy diferente a la que vivimos los demás. Ellos viven en el país de la
cosa no está tan mal. El resto de la población lo hacemos en el país del hastío
y la desesperanza. Este país está enfermo de cáncer y el cáncer se ha propagado
como el fuego en verano. La metástasis es evidente. Y negando las evidencias no
van a conseguir que la noche se vuelva día. Si estas “personas” siguen el
gobierno lo único que nos pueden acarrear es el simple hecho de ir a la
universidad, será toda una proeza, pues a ver quién es el guapo que dispone del
dinero para pagársela. España se convertirá en ese país de camareros, siempre
preparados para servir, sonrisa en ristre, su sangría y su paella a los
científicos, a los directores de orquesta, a los intelectuales, a los
inventores, a los trabajadores cualificados, a los jubilados de Alemania, de
los países nórdicos, de los Estados Unidos, que vendrán a España a disfrutar
del sol y de las playas, de los puticlubs y de eurovegas, con los bolsillos
llenitos de euros o dólares. Lo que sí tendremos con absoluta seguridad será
despido libre y jubilación obligatoria a los setenta, pues estas son dos de las
grandes aspiraciones de la patronal desde tiempos inmemoriales, nuestros
pensionistas serán pobres de solemnidad,
con pensiones de cuatrocientos o quinientos euros, en el mejor de los casos. Y
eso teniendo en cuenta que habrá un inmenso número de personas que jamás podrá
aspirar a tener una pensión, dado lo poco que habrán cotizado a la Seguridad
Social. Y es que el Partido Popular, con Rajoy a la cabeza, está aprovechando
el shock en el que nos ha sumido la crisis actual para hacer lo que siempre
soñaron y nunca se atrevieron. Demasiada información tenemos ya de los hechos,
de la injusticia de los hechos, estamos cansados de contrastarlos, de
considerar cómo pueden cambiar por lo que vamos a hacer en esta jornada del
25/02/2013 calificada de alto riesgo por los feroces soldados que intentaron
que nos quedáramos en casa. Estos son días clave para precisar si somos lo
bastante fuertes para aguantar lo que se nos viene encima, por ejemplo a una
violencia a la que no podremos responder con violencia, a unas detenciones
pensadas para quebrantarnos, a las multas y despidos que pretenden profundizar
en nuestra ruina. Nosotros sólo podemos transformar las marchas de protesta e
indignación en actos de desobediencia civil. Esas son nuestras armas y las
calles que no las casas, el campo de batalla. Si pretendemos echar a nuestros
malos gobernantes a la calle, este día salimos a la calle a pesar del frio que
nos hizo, pero este día fue un acto encadenado al que seguirán otros actos.
Tenemos
la obligación real y moral como pueblo de parar este estado de BARBARIE en que
nos tiene sumido el PP en aras de una mayoría absoluta parlamentaria, que hoy
por hoy no es real. Si se celebrasen elecciones generales hoy, el espectro político
de las Españas de las autonomías sería totalmente distinto, el PP sacaría una
horquilla entre 60 a 70 diputados, el resto sería de centro izquierda y
republicano. Está claro que el bipartidismo ha muerto y que la alternativa para
gobernar este País, pasa por la unión de los diferentes partidos y formaciones
de las izquierdas, que hoy por hoy es la
realidad que vive España.