La
mitología capitalista no se expresa en los personajes sino en los
relatos mismos, no es el contenido concreto de las historias que nos
hacen llegar sino la narrativa que lo contiene, en sí misma. La
mitología capitalista es meta mitología porque como mitología
concreta no existe, pero existe como narrativa de narrativas, como
síntesis suprema de narrativas. El valor que las personas adquieren
a través de sus propiedades o el dinero, la infalibilidad de la ley
de la oferta y la demanda, de la mano invisible del mercado, como
portadora de justicia social y desarrollo económico, el acto de
consumir como acto de ocio con características de tipo emocional,
como forma de integrarse a las estructuras simbólicas de la
sociedad, la esclavitud del ser al señorío del tener, la
sustitución de la ética por la estética, y tantas otras cosas
propias de la sociedad de nuestros días, no son más que el reflejo
en la praxis cotidiana de los mensajes que estos mitos capitalistas
esconden en sus narrativas, relatos e historias de vida, mensajes que
se construyen como una meta narrativa que las supera a todas ellas en
particular y, a una vez, las engloba de manera sintética. Una
mitología de carácter transversal.
Figuras
como Bill Gates, Henry Ford, Steve Jobs, etc. etc., pueden encarnar
determinados estereotipos sobre el hombre que se hace multimillonario
partiendo desde lo más bajo a base de creatividad, trabajo y
esfuerzo, pero son solo eso, representaciones concretas. El mensaje
no está en ellos mismos ni en sus vidas como seres reales, el
mensaje que transciende de ellos, como personajes públicos y
famosos, es ese que nos habla del capitalismo como un sistema donde
cualquiera puede llegar a ocupar los principales escalones de la
sociedad incluso naciendo en los escalones más bajos. Ese mensaje no
solo se concreta en la existencia de tales figuras, sino que
repetidamente se promociona y se divulga a través de otras muchas
historias de vida (futbolistas, cantantes, actores, empresarios,
etc.) que cada día ocupan horas de programación en nuestros medios
La
que nos hace creer que no existe alternativa al capitalismo porque el
capitalismo es la máxima expresión de la historia, el modelo de
sociedad capaz de recoger todos los anhelos y deseos de los sujetos
de nuestros tiempos, el que es capaz de garantizar libertad,
democracia y bienestar social para todos y cada uno de nosotros, tan
solo es necesario que así lo queramos y que nos comportemos conforme
a lo que las necesidades económicas de dicho sistema, para su
correcto funcionamiento, nos imponen.
El
fin de la historia es la suma de todas las ideas sacralizadas de
nuestros días, su reflejo en el comportamiento de los individuos
conforme el sistema espera de ellos y las demás narraciones
mitológicas que otorgan al consumismo-capitalismo un carácter
absoluto e incuestionable para una amplia mayoría de ciudadanos y
ciudadanas que habitan en tales sociedades consumistas-capitalistas.
Este
sistema es el que nos ha llevado a los 6.202.700 parados, pues si hay
alternativa al Dios mercado, hay una alternativa que se llama
socialismo, aunque algunos les pese no es propiedad de ningún
partido es propiedad de las personas que
piensan de esta manera y hoy por hoy es una alternativa real. Es hora
ya de empezar a construir esta alternativa , en base a un programa
común desde la izquierda.
Tal
como nos están llegando los acontecimientos impuesto por la Troika a
mi me da la sensación que este gobierno no gobierna. Sino que los
designios vienen impuestos desde Berlín
Ha
sido gracias al The
británico
y al Der Spiegel alemán que nos hemos enterado de que el Gobierno
del señor Rajoy está llevando a cabo un saqueo en toda regla del
Fondo de Reserva de la Seguridad Social, el 90% de la caja del Fondo
de Pensiones, unos sesenta y cinco mil millones de euros, se han
invertido en deuda pública, en un juego arriesgado, si se tiene en
cuenta que las señales de recuperación que permitirían recuperar
ese dinero solo las ven los ministros del PP. Ante estos hechos es
necesario una alternativa real que pasa por un cambio de sistema.