“Vivimos
en un mundo cuyas reglas están hechas para los superricos”, afirma
Tobias Hauschild,
miembro de Oxfam Alemania.
Ello hace más difícil la lucha contra la pobreza y las
enfermedades. “Lo que se necesita es un sistema económico y
financiero que beneficie a todos”.
Pedro Sánchez y su
equipo, podrían cortar radicalmente con la roña que arrastra su
partido. Tienen la ocasión de hacer historia democrática y
responsable con los intereses de las mayorías ciudadanas de calle y
recomponiendo el legado reformista del histórico Partido de Pablo
Iglesias. Necesitan de echar muchas paladas de cal viva, esta vez,
para enterrar ese camino y sus huellas de putrefacción, por el que
ha transitado la delincuencia y traición del felipismo. Y para ello
deberían comenzar por apartar, de una vez, a ese “Chapo Guzmán de
serranías andaluzas”, y recomendarle que se vaya al campo, hozar
y gozar, sin que aparezca ni una vez más, ni en actos del Partido,
ni en medios de comunicación. Pues bastante suerte ha tenido hasta
ahora con haber salido indemne de todas sus fechorías. Tengo que
reconocer que el actual secretario del PSOE, ha dado un salto en
calidad personal y política. Mi opinión, cuando le eligieron máximo
dirigente del partido, era la de que parecía haber sido construido
lo mismo que un armario de carrefur. Dañaba a la vista y al oído
nada más verlo y escucharlo. Era como ver a un colegial con mochila
nueva a la espalda y balón de champion bajo el brazo. Hoy sin
embargo, todo y que, en los debates de Elecciones a Cortes en que le
vimos, mantenía cierto tufo a flamante, he de reconocer que denota
importante avance en personalidad y en estilo de seriedad. Bien es
cierto que en el análisis surgen escasos elementos que indique que
ese cambio de actitud en el PSOE podría darse. Una pena, porque
sería una gran fiesta para mucha gente, si ese giro se
produjera y trastocara esta calma chicha, de trágalas y corrupción
infinita. Que interesante resultaría si esa nueva y joven dirección
del Partido tomara conciencia de que es trascendente correr ese
riesgo de enfrentarse a quienes están forrados de dinero: familias
“poderosas”, acostumbradas a comprar funcionarios de altos vuelos
para que hagan el trabajo sucio de robo a las capas populares. Merece
el riesgo, pasar por la vida defendiendo a la gente del pueblo y
sobre todos a los mas desprotegidos de esta sociedad, un partido del
pueblo para el pueblo.
Que la unidad de
España no es el problema, sino que lo es la corrupción
generalizada, la desigualdad y la pobreza extrema, que nos ha dejado
la política de recortes de derechos y libertades. Pero no son
razonables ni las formas ni el fondo de los Leguina y los Corcuera
reunidos para presionar sobre lo que ellos entienden como peligros
para el PSOE. Argumentan para atemorizar, pero es miedo lo que
provocan ellos con sus miradas y aptitudes. Lo unico realmente
realizable es que se forme un gobierno de izquierdas y deje a la
derecha atrás, ni ciudadanos, ni Partido Popular. Ni por activa los
primeros, ni por pasivas los segundos. Los tiempos han cambiado es
hora para el pueblo y eso solo se consigue desde las izquierdas.