Si un despistado
elector de izquierdas tiene claro que su voto pasa inequivocamente
por la nacionalización de la banca, la estatización de las
industrias básicas con especial prontitud en la energética, la
proclamación de la república, la salida del euro y la UE, la
expropiación a los terratenientes, el cierre de los medios de
comunicación fascistas, la salida de la OTAN, el reconocimiento de
la existencia de presos políticos, la eliminación de los acuerdos
con el Vaticano, el recorte drástico en dineros que se dan a las
fuerzas y cuerpos de seguridad del estado y a el Ministerio de
Defensa, por eso me hago chantaje a mis recuerdos y
experiencias que se acuerden de los pensadores… de los que han
visto como la necesidad de cambiar no la vemos todos por igual… y
no olvidar menciones tan relevantes como que “hay tantas realidades
como puntos de vista” y al menos me siento más tranquilo… “pues
todos se felicitan… porque la situación económica no es para
menos”… lo mismo ya llegó en serio: “se acabó la vida: empezó
la supervivencia”… ¿pero si estamos aún en la prehistoria de la
humanidad? Esperemos que sirva de escuela y nos facilite lecciones de
avance para transformar la humanidad. De seguro son medidas
excepcionales y necesarias pues se acepta el sistema, se aceptan los
procesos… y se terminó aceptando arbitrariedades en lo interno y
lo externo… que lo que han logrado en los lugares que se ha llegado
es para mejor; sin duda. Pero no se practica, no se educa para
profundizar… y eso me remite a reformismo vano y que pasa factura…
para bien y para mal: de primero entender y superar los niveles
de conciencia… es “el ejército con el que se cuenta” que por
debilidad numérica tiende a guerrilla. ¿Acepto el pulpo como animal
de compañía?… o aceptar, que sólo es reformar la realidad para
sobrevivir: pero el estado de las cosas seguirá igual y el
enfrentamiento social terminará tumbando a quién no deja especular
(o pone pegas) a quién no deja contratar con infames contratuchos
que más que de trabajo se parecen a la esclavitud (o pone pegas) a
quién no deja circular el capital y crear diferencias sociales (o
pone pegas)… transformar transformar no será el dilema : “es
supervivencia social” pero un apunte: ninguna clase dominante
permitirá que se le desplace su poder … para eso inventaron la
“demos gracias”… pero la realidad económica no se corresponde
con un avance de interés social y por tanto estamos entonces en
aquello sobre el proceso de liberación antimperialista como escuela
y definición del interés por el que apostará el “contingente
social”… superar el capitalismo desplazando a sus hacedores…
con todas su connotaciones…
El llamado gasto
social es variado y multiforme. De él, deben restarse el gasto que
se aplica en educación y salud públicas. Significativamente, este
tipo de gastos, vis a vis las necesidades de la población, se han
des-privilegiado cediéndole espacio al sector privado. O sea, hay un
proceso de mercantilización acelerada de la educación y de la
salud. En estos rubros, empieza a imperar el lucro capitalista y, por
lo mismo, si el dinero no alcanza, la gente se queda sin salud y sin
educación.
Tú ya sabes que
gracias a la quiebra del sistema financiero planetario, en razón de
la estafa de los créditos subprime (2007), la
deuda pública aumentó cosa mala. Como siempre, la borrachera la
pagó el erario público, o sea el personal. Los grandes bancos se
hicieron una pasta gansa estafando a los pobres ninjas (no
income, no job, no assets) y timándose unos a otros.
Cuando se produjo el retorno de la manivela le pasaron el pastel al
Estado. De ese modo la deuda pública española pasó del 36,2% del
PIB en el año 2007, a un 86% en el 2012. Hoy de madrugada supe que
la deuda hispana superó – por la primera vez en más de un siglo –
el 100% del PIB. La austeridad, los recortes presupuestarios, la
reducción de las pensiones, un desempleo del 25% (50% entre los
jóvenes), la eliminación del cheque-bebé que recibía a los recién
nacidos, nada de eso ha logrado reducir la deuda soberana: por el
contrario, como se ve, tiene una cierta tendencia a aumentar. Simple
aritmética: si el PIB se reduce, aumenta la proporción que
representa la deuda relativamente a ese mismo PIB. A tal punto que el
mismísimo FMI se dio cuenta que sacrificar a Grecia en el altar del
rigor neoliberal sólo demuestra la inviabilidad del neoliberalismo,
de la austeridad, del libre mercado y del dogma penitente germano. No
puedo ocultar lo de Grecia. No sólo porque – gracias a los
remedios preconizados por la troika (FMI, BCE y EU) – su PIB cayó
en picada, ni porque su deuda, que se acerca al 200% del PIB, es
impagable, ni porque decenas de miles de migrantes se encuentran
atrapados en su territorio, ni porque las pensiones fueron reducidas
a la mitad, ni porque Grecia tuvo que privatizarlo todo, ni porque el
gasto público en Salud fue drásticamente recortado, ni porque el
suicidio se transformó en la única puerta de salida para muchos, ni
porque el país perdió su soberanía y es gobernado de
facto por procónsules enviados desde Bruselas, sino
porque todo eso no sirvió de nada. El Wall Street Journal
informa que el FMI propone congelar la deuda griega – principal e
intereses – hasta el año 2040, y extender el plazo de pago hasta
el año 2080. No sé si te das cuenta, pero ninguno de los jerarcas
europeos estará allí para verlo: cumpliendo el sabroso aforismo de
Keynes estarán todos muertos. Hasta ahora han prevalecido los
derechos de los acreedores. Es hora que se impongan los derechos de
los deudores. No sería la primera vez. Ya en la Conferencia de
Versalles (1919) Keynes advirtió que exigir el pago de la deuda
alemana llevaría a otra guerra y no le hicieron caso. Cuando acabó
la Segunda Guerra Mundial – 70 u 80 millones de muertos más tarde
– los aliados entendieron que más valía condonar la deuda alemana
.Queda por definir cómo hacer de modo que esta movida redunde en
beneficio de los europeos y no se transforme una vez más en palanca
de la concentración de la riqueza en manos unos pocos privilegiados.
Y, matando dos pájaros de un tiro, hacer desaparecer uno de los
peligros que hacen del mundo en que vivimos el lugar geométrico de
la desesperanza.
Decía
Bertold Brecht: “para los de arriba hablar de comida es de mala
educación”. Y añadía: “se entiende, ellos siempre ya han
comido”. En esa misma medida, para el unionismo español hablar del
problema nacional, del derecho a decidir, de la opción
independentista.., es también de mala educación, sobre todo en
tiempos de crisis, y se entiende, pues hablar de esos temas cuestiona
su propio status centralista (la España indivisible e indisoluble de
soberanía única afirmada por la C.E.), al igual que hablar de
hambre, paro, desigualdad y desahucios incomoda a banqueros,
panameños y monarcas.
Yo
preguntaria ¿ser “unionista” es ser menos nacionalista que
afirmarse “independentista”?; ¿por qué en el diccionario
político diario se habla una y mil veces de los nacionalistas y el
independentismo vasco, catalán o gallego y prácticamente ninguna de
los nacionalistas y el unionismo español? Claro está, para los
unionistas españoles, que cuentan con un Estado y unas instituciones
asentadas en siglos de historia, la autoafirmación
nacionalista-españolista es bastante innecesaria. No la necesitan.
Su Gobierno, tribunales, Constitución, fuerzas del orden,
Conferencia episcopal…, hablan por ellos.
Marxismo de manual
y catequesis que afirma convergencias estratégicas objetivas entre
las fuerzas nacionalistas vascas, de derechas e izquierdas, en
perjuicio de las demandas sociales, contradice la realidad. En Euskal
Herria, durante estas décadas pasadas, el marco de pactos políticos,
acuerdos de gobierno y demás menestras institucionales que se han
dado (municipales, forales y autonómicos), ha sido cocinado de forma
general con ingredientes aportados por PNV y UPN, y aderezados por el
PSE, PP y PSN. Lo mismo ha ocurrido en el terreno socio-sindical,
donde, mientras el sindicalismo estatalista de CCOO y UGT ha sido
pata esencial del contubernio UPN-PSN en Nafarroa, y concertador
principal con los distintos gobiernos del PNV en la CAV, la mayoría
sindical vasca (ELA, LAB, ESK, EILAS, EHNE) se ha situado en el
terreno de la confrontación frente a la política neoliberal de los
distintos gobiernos del PNV y UPN, y también del PSE y PSN. Tras
meses de “digos” y “Diegos” y postureos mediáticos mil,
habrá nuevas elecciones. Algunos nos dicen que es preciso priorizar
lo “social” frente a lo “nacional”. Se olvida que ambos
aspectos están cada vez más unidos. Pero es que, además, se hace
trampa con las cartas. Se esconde el palo de los bastos y las espadas
constitucionales. Según parece, la única identidad nacional a
supeditar a lo social es la minoritaria, la vasca, la catalana…; de
la otra, de la española, poco o nada se dice. Y tienen razón, no
hace falta. La mayor baza con la que cuenta el unionismo español es
el silencio respecto a su existencia. Ya lo he dicho antes. No hace
falta que nadie lo defienda. El Estado, sus instituciones y los
medios a su servicio lo hacen por ello
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