Cuando recuerdo, la veo asomada a la ventana
que da a la plaza. Mil imágenes azotan mi celebro una gran congoja se apodera
de todo mi ser, sus palabra vuelven a cobrar vida en mis oídos. Mis pensamientos
se pierden en el pasado lejano, recordando cómo eran sus dichos y sus vivencias
conmigo. La vida con su acelerada rutina me aleja constantemente de esas
reflexiones, pero no temo a decir que no es que olvide o haya olvidado… Es, en
este caso, pensar sin pensar en quien has querido. ¿Por qué? ¿Para qué
reflexionar una y otra vez sobre lo que pasó, sobre lo que quedó atrás y no
volverá? A veces pienso que me empeño en ello, que nos empeñamos en ello porque
secretamente anhelamos esos días muy especialmente felices. Días con alguien
que siempre nos parecerá, aún en la distancia del tiempo, muy importante y que
la vida parece habernos arrebatado.
Me ha ocurrido, y me veo en el tiempo
rescatando del olvido a alguien que parece estar siempre allí, que emerge en
mis días de nostalgia, en mis días de entusiasmo. Es así porque cuando me
siento triste quisiera volver a aquellos días en los que me sentí especialmente
feliz… Y cuando me siento desbordante de felicidad, quisiera también retomar
los días en que podía sonreír con ese alguien que ya no está, pero que sin embargo vive en mi persona.
Me siento conectado con mil historias que voy
conociendo por la vida. Más de un amor ha agobiado a alguien, dejándole un
recuerdo que por momentos, humanos somos, quisiéramos dejar atrás… ¿De qué
sirve recordar? Quizá no sirva de nada, pero… Recordar es volver a vivir, me ha
dicho alguien días atrás, y es cierto… ¿No te has visto recordando algo con tal
sentimiento? Empeñados en retomar aquel momento especial, aquella sonrisa, o
aquel recuerdo feliz o quizá desdichado…
La vida con su acelerada rutina me aleja
constantemente de esas reflexiones, pero no temo a decir que no es que olvide o
haya olvidado… Es, en este caso, pensar sin pensar en quien has querido…¿Por
qué? ¿Para qué reflexionar una y otra vez sobre lo que pasó, sobre lo que quedó
atrás y no volverá? A veces pienso que me empeño en ello, que nos empeñamos en
ello porque secretamente anhelamos esos días muy especialmente felices. Días
con alguien que siempre nos parecerá, aún en la distancia del tiempo, muy
importante y que la “guadaña” me la ha arrebatado.
Mi alma esta sangrando como todo mí ser, cada
pensamiento evoco ese pasado que se me ha quebrado, rompiéndome en mil pedazos,
recordar es a veces el gusto de volver a
sentirnos enamorados como lo estuvimos una vez. Es el deseo a veces no
reconocido de retomar las cosas que eran nuestra vida y que porque fueron
importantes las recordamos una y otra vez. Porque es cierto, nada se graba más
a fuego en nuestro corazón que aquel amor que no pudimos retener, porque la
guadaña cegó su vida y la tristeza invaden todo mi ser.
Amor mío, espérame en la inmensidad de los
tiempos, tu vida ha sido un ejemplo de sabiduría, equidad, entrega, sacrificio y humanidad. Esas noches donde
se vislumbran el manto estrellado, espérame que mi alma volara libre para poder
fusionarme contigo en la memoria de tiempo
No hay comentarios:
Publicar un comentario