Se
han cumplido ahora dos años desde que se aprobó el Real Decreto Ley
3/2012 de medidas urgentes de reforma del mercado laboral
(concretamente el 10 de febrero), convertido en Ley 3/2012 (el 6 de
julio), modificando los tipos de contratación, la causa de extinción
de los contratos de trabajo y las condiciones de trabajo por parte de
los empresarios. Estamos hablando de la mal llamada reforma laboral
-de marcado carácter ideológico.
En
estos momentos, cualquier empresa al amparo de la reforma laboral
puede presentar un expediente de regulación de empleo (ERE) alegando
cambios en la demanda de sus productos o la simple reducción de
ventas, incluso a pesar de mantener e incrementar sus beneficios. Es
lo que ha hecho hace unas semanas Coca Cola Iberian Partner, S.A.
(CCIP) ante el estupor de trabajadores, sindicatos, partidos de la
oposición y ciudadanos en general, que vienen oponiéndose
frontalmente a la pretensión de la empresa a través de diversos y
múltiples procesos de movilización. La documentación presentada
por la dirección de Coca Cola para justificar el expediente se
reduce a cumplir simplemente los requisitos formales del proceso de
despidos colectivos. En la documentación no se incluye un Plan
Industrial de futuro con estudios técnicos, ni alternativas de
carácter industrial y mucho menos proyecciones económicas a tres o
cinco años vista, como se acostumbra a presentar en casos similares.
Esto tiene una fácil explicación, puesto que la dirección del
Grupo asume que no tiene problemas económicos ni financieros en las
siete sociedades embotelladoras consideradas individualmente:
Casbega, Cobega, Begano, Rendelsur, Colebega, Arturbega y Norbega y,
por lo tanto, tampoco en la Sociedad resultante (CCIP) del proceso de
fusión o absorción llevado a cabo en el último año. En el
documento queda claro que los resultados económicos han sido
positivos como lo acredita la documentación contable auditada, a lo
que hay que añadir que la multinacional Coca Cola Company obtiene un
beneficio directo por la venta del Concentrado (producto básico para
elaborar la bebida) -procede de Irlanda, país que tiene un bajísimo
impuesto de sociedades- a las plantas embotelladoras en régimen de
exclusividad y a un precio que se desconoce, aunque presumiblemente
alto. Concretamente, el Cash Flow generado en los tres últimos años
(2010-2012) se situó en 1.794 millones de euros y los beneficios de
las siete plantas embotelladoras en su conjunto superan los 1.002
millones de euros en los tres últimos años (2010-2012), habiendo
alcanzado 252,8 millones en el último año (2012). El argumento
final de la empresa es la caída de ventas en algunas plantas, a
pesar de que el agregado de todas ellas es favorable y crece el 5,1%
(2010-2012). Las ventas en 2012 alcanzaron 3.766,3 millones de euros
y en el año 2013 se elevaron hasta los 4.043,6 millones (entre enero
y noviembre). Además, el gasto del personal representa solamente el
11% del total de las ventas. Por lo tanto, resulta evidente que las
razones del expediente tienen relación directa con una drástica
reducción de costos como consecuencia del ahorro de salarios y de
los despidos en las tres áreas básicas de negocio: área de soporte
(financiera, recursos humanos, compras…), atención al cliente y
servicio comercial (red de ventas) y área industrial y logística.
Por
eso, no entiendo bien el triunfalismo del Gobierno propagando una
recuperación económica que, si se produce en las grandes variables
macroeconómicas, será en todo caso sin empleo. Mucho menos se
entiende que responsables empresariales propongan nuevos Acuerdos de
moderación salarial para renovar el incumplido AENC 2012- 2014, como
si eso fuera razonable en un marco legislativo laboral presidido por
la nefasta reforma laboral, sobre todo cuando deprimirá más el
consumo -en un contexto económico recesivo- y perjudicará
considerablemente el empleo. Esto es un país de folcloricas y
panderetas, donde se anteponen los interes de una empresa, que no es
que no tengan beneficios, es que quieren tener más beneficcios y dar
salarios de hambre y para conseguirlo, montan un ere, cierran la
empresa y las plantas las traslandan al este o a Asia, donde los
trabajadores tienen menos derechos que nosotros !Que ya es decir!
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